Poca gente sabe que los seres humanos echaban mano de la madre Tierra para rasgar carnes y cortar ropas. Todo ello, obviamente, antes de que existiese la posibilidad de afilar cuchillos en Zaragoza. Además, este precedente directo no data precisamente de unos cuantos siglos atrás, sino más bien de hace 30 000 o 40 000 años con el auge del Homo Sapiens y la aparición del arte rupestre.

Así que tal vez, cuando vayas a afilar cuchillos en Zaragoza, te preguntes cuál fue su origen. Y para responder a eso, qué mejor que echar mano de las necesidades humanas más primarias: el comer y el vestir.

En el Paleolítico Inferior (hace 200.000 años) dio lugar una producción en serie de elementos cortantes, perfectamente planificada, donde se cuidaba desde la elección de la materia prima hasta la forma de crear esas herramientas. Es ahí donde entra el sílex, la elección más recurrida y demandada para la fabricación de estos útiles. A través del golpeado continuo, se obtenía una parte cortante, compuesta por un filamento fino y una parte roma, por donde asir el instrumento. Con tales utensilios, el corte de la carne de los animales cazados pasó a ser facilísimo.

Este simple objeto, datador de la existencia de los primeros homínidos, se ha convertido hoy en día en la muestra más antigua de la existencia prehistórica en el continente europeo. En concreto, un primitivo cuchillo hecho con sílex fue hallado en la Sima del Elefante, dando fe de la primera ocupación de Europa Occidental hace 1,5 millones de años.

Un cuchillo. Un simple cuchillo marca el devenir de la historia. Un cuchillo nos cuenta cuándo y dónde surgimos. Un cuchillo nos enseña que la vida comienza en las acciones más sencillas. Y por eso, desde San Gil cutlery, como tenemos todo esto en cuenta, podemos ofrecerte sus versiones mejoradas para seguir facilitándote la vida.